sábado, 23 de enero de 2010

I.h8.U

Mira, no sé ni por donde empezar. Así que sencillamente empezaré. Sin planificar las cosas salen mejor, mucho mejor. Aunque ya aviso que va a ser enfermizo.

Querid@ amig@:
Te odio. No se porqué, pero de verdad que te odio. No soporto mirarte más de una tarde, no soporto escucharte una mañana entera, prefiero morir antes de tener que pasar toda una semana contigo. Te odio.
Odio la manera despreocupada en que te mueves, como si nunca pasara nada, como si nada fuera contigo. Odio esa maldita manera de hablar que tranquiliza... me crispa los nervios. Odio tus ojos, o más que tus ojos, como los usas. Cómo miras cuando miras con las pestañas medio cerradas, pretendiendo ser a la vez tiern@, interesante, inteligente. Odio la manera sutil en la que respiras. Odio cuando eres tiern@, cuando eres interesante, cuando eres inteligente. Pero lo eres, capull@. Vaya si lo eres. Te odio.
Si supieras cuantas noches en vela me he pasado pensando en ti, en todo eso que e dicho antes y en todo lo que me falta por decir, de verdad que estarias impresionad@. Es que no te puedes hacer una idea de las horas que he pasado mirando fotos tuyas en internet, odiando cada expresión de tu cara, cada sonrisa, cada guiño, cada poro de tu cuerpo... cada píxel de cada imagen.
Si pudiera comprar un barco te metería dentro, lo soltaría por el océano y lo llamaría Titanic. Luego esperaría a que alguien hiciera una película, para ver como se hunde una y otra vez. Pero claro, hay más gente a parte de mí, hay más sitios aparte de este blog (Y ahora que lo digo, mejor haríais los que lo estáis leyendo en salir a jugar a los columpios o algo). Eres tan condenadamente encantador que (¡mierda!) el mundo se colapsaría si de repente no estuvieras. Te odio tanto que si pudiera comprar un barco me metería dentro, lo soltaría por el océano y lo llamaría Titanic. Y por favor, que no haya películas. Y todo para no volver a verte.
Te odio, y sí se porque. Por como eres, porque te envidio. Te envidio. Me pongo malo cada vez que oigo hablar de ti, porque te envidio. Quisiera ser tú, ojalá lo fuera. Es algo visceral, asqueroso, frustrante...
Envidio la manera despreocupada en que te mueves, como si nunca pasara nada, como si nada fuera contigo. Envidio esa maldita manera de hablar que tranquiliza... me crispa los nervios. Envidio tus ojos, o más que tus ojos, como los usas. Cómo miras cuando miras con las pestañas medio cerradas, pretendiendo ser a la vez tiern@, interesante, inteligente.Y especialmente envidio la manera sutil en la que respiras. Te envidio, porque eres tiern@, interesante, inteligente.
Te envidio porque cuando leas esto vas a pensar "no va por mí, porque yo no soy así" ( Y los que seguís leyendo, en serio, podéis iros) Te envidio por como eres con la gente, por como eres conmigo.
Te quiero, profundamente. Te quiero tanto que te mataría. Pero no lo voy a hacer, ya lo he dicho. Antes me mataría yo. Pero tampoco voy a matar a nadie.
Te quiero. No sé porque, pero de verdad que te quiero. Ojalá pudiera pasar toda la tarde mirándote, toda la mañana escuchándote... prefiero morir antes que pasar una semana sin ti. Te quiero.

Y me encanta la manera sutil en la que respiras.