domingo, 25 de agosto de 2013

Save us all

Ella estaba reventando delante de mí y yo no me estaba dando cuenta. Todo hacía ruido, salpicaba y el corazón me iba a mil. Y estaba oscuro. No recuerdo mucho más, salvo por su respiración. Y la mía. Y el pálpito en la sien retumbando como tambores de uruk hai.

Cuando el mundo explota, lo mejor que puedes hacer es correr. Pero nunca me ha gustado correr. Es cansado, y si realmente es el fin del mundo, tampoco te puedes esconder. Así que, con toda la calma fui andando al centro de la explosión. Quería ver colores, formas poco definidas y cosas de esas que resultan inexplicables, inconexas o simplemente demasiado complicadas como para intentar buscarles un sentido. Quería verlo todo. 

Al final resulta que era yo el que estaba reventando delante de ella. Salí de la cama y me senté, dándole la espalda. Y ella aprovechó para abrazarme de la manera más tierna que jamás alguien me había abrazado y clavarme un cuchillo en el pecho. Es el fin del mundo. Sabíamos que iba a haber sangre. Y no creo que sea algo malo. Los juicios de valor están sobrevalorados.

Me pareció la mejor y más sórdida manera de darle mi corazón.

Y de todos los finales, te quedaste con el mío.


jueves, 3 de enero de 2013

Last stop: This town at nite

Yo llegué como "Ordinary man", the Eels, Hombre lobo, 2009. Tu estabas como "Meet me in the bathroom", the Strokes, Is this it, 2001.
Tú no sabías lo que estaba pasando, entre jadeos y orgasmos, y yo me juraba que quería follarte el resto de mi vida.