miércoles, 27 de julio de 2011

Oh

Cierra los ojos
Imagíname acariciándote los brazos con la punta de las uñas, y que me pego a ti por detrás. Imagina mi respiración, pausada pero cerca, muy cerca. Tu cuello y mis labios, recorriéndose el uno al otro. Ahora mis manos presionando tu silueta, mientras la lengua un poco, pero lo suficiente como para recorrerte un hombro. Imagínate el cosquilleo del otro hombro esperando lo mismo, pero no llega. Ahora he llegado al lóbulo, y tienes la sensación de que lo prefiero, porque sigo allí y deben haber pasado ya diez minutos de respiración agitada y escalofríos en el último suspiro. imagina mis manos subiendo por tu vientre, movimientos firmes pero delicados. Sabes que estás hecha de oro y no quiero ensuciarte. Ahora imagina mordiscos suaves, más caricias, mas suspiros, más palabras, más, mucho más, rozando lo inmoral y lo antihigiénico al mismo tiempo.
Y ahora imagina lo que sigue.
Y luego toda la noche con los ojos en blanco.