martes, 28 de junio de 2011

Our lady of beating

Una vez te vi en un sueño, colgando del televisor como si fueras una estatuilla de la virgen con un Call TV de fondo. Me dijiste lo maravilloso que era, y lo imbécil también. Sacaste en un segundo todos los años que me quedan, y me los anudaste en la lengua. Me recordaste cinco besos, una bofetada y tus mechones rubios. Yo me quedé con los ojos brillantes y embobado como si acabara de ver un alien. Luego me contaste toda tu vida en un gemido, me regalaste una sonrisa y desapareciste en el resplandor de la pantalla.
Pero me olvidé.

miércoles, 22 de junio de 2011

Oh, slow me...

Contradictorio como la vida misma. Me cae una gota de sudor por la ceja y me sorprendo calado como si fuera lluvia. Hay una especie de mosca revoloteando junto al flexo y parece un monstruo de esos de las mejores pesadillas. Entra el viento del verano por una rendija deuna ventana que ni llego a ver y tengo frío como un polo de lima. Pero no deja de ser un airecillo, una mosca de mierda, y sudores fríos.
Parpadeo tan lento ahora mismo que parece que estoy sacando fotos con la retina. Me humedezco los labios con la lengua y exhalo por la nariz de tal manera que parece que estoy teniendo un orgasmo. Y luego me caigo al suelo y lo noto blando, como si cayera en mantequilla.
Y ahora lo siento todo, el aire, el agua, un puto frío horrible, dolor, un poco de rabia... cariño, sobre todo por ti, porque a pesar de todo te voy a echar de menos.
Siento de todo menos miedo.
Y eso que una bala me acaba de perforar un pulmón.

jueves, 16 de junio de 2011

We are gold!

No se que contarte -bostezo-, aparte de lo que ya te he dicho. Hablando claro: te quiero. Y eso es lo más importante. Al margen de lo jodidamente perfecta, de lo insoportable que eres a veces, de lo imbécil que yo pueda llegar a ser, de lo bestial que eres -guiño-, te quiero. Y, al final del día, eso es lo que queda, es lo que importa.
Así que apuñalémonos el uno al otro sin piedad y por la espalda, mordámonos, y sobre todo, sigamos haciéndolo como animales y amándonos como idotas -sonrisa- ,haciendo como que mañana no existe y el mundo se acaba a cada minuto. Sangrar todo lo posible, drenarnos, morir diez veces por minuto-respiración acelerada- y resucitar llorando como imbéciles. La saliva, el sudor y los parpadeos rápidos. Ver como todo se desmorona cuando tu piel entra en contacto con la mía. Besarnos, bebernos, ir y volver del infierno, saltar de la cama buscando luces brillantes y -suspiro- tonterías de esas que nos hacen sonreír.
Y, como decía, al final del día, es todo lo que importa. Ella, los pequeños gestos, las sonrisas, guiños, bostezos, suspiros, respiraciones en el oído. la increíble profundidad de una mirada. Somos horribles. Pero al final -sonrisa-, somos puto oro.

sábado, 4 de junio de 2011

Another heart

Abrió la caja, y vio el anillo. Levantó la vista. Sonrió con dulzura, como siempre hace. Los ojos le brillaban como siempre, pero esta noche incluso más. Estaba preciosa, era preciosa. Después se bebió la copa de champán a sorbitos, como si le encantara el primer chispazo de la primera burbuja al chocar contra sus labios. Alargó la mano, y sonrió otra vez al ver cómo le quedaba puesto. Era feliz. Se echó el pelo hacia atrás, miró por la ventana y devolvió la vista al frente. No era tan feliz. No se iba a casar con él.
Sonreí desde mi escondrijo en mitad de la calle, desde donde los miraba, desde donde la miraba. Y después me fui a devolver un anillo.