viernes, 16 de marzo de 2012

Final Round. Other.


Vivimos un año profundamente enamorados del sexo y la violencia que estábamos generando, que llegó a ser nosotros. Nos olvidamos de eso y empezamos a mirarnos, mas allá de todo, sin pensar en nada, hasta que la vida empezó a inmiscuirse en nuestro mundo.
Y entonces se sucedieron los crímenes, los intentos de asesinato, y toda esa marea de sentimientos. No es que los odie, es que prefiero los buenos. Pero volvimos a 1939 una y otra vez.
Te di quince días antes de que quisieras matarme. Has aguantado bastante más, pero al final siempre es lo mismo.

martes, 13 de marzo de 2012

Second Round. Violence.


Después de todo, me desperté con el labio sangrando. Mordiscos. Navajazos. Lo que sea. Cerré los ojos y me quedé con la mente en blanco, escuchando voces que me juzgaban. No se que clase de mierda era esa. 
Estaba atado, por lo que fuera, pero atado a una cama sin poder moverme, de pies y manos, de lengua, de todo. Veía luces ficticias dentro de mis ojos, moviéndose rápidamente, persiguiéndose unas a otras. Y escuchaba ruido, mucho ruido, golpes secos, sierras, la guitarra de Uno, estampidas. Y me dolía el cuerpo, como si hubiera estado bailando con un puma.
Y cuando por fin salí, seguías allí, con sangre en los dientes y esperándome con una sonrisa.

domingo, 11 de marzo de 2012

First Round. Sex


Ahogarnos en humo y no dormir se convirtieron en nuestras principales aficiones. Mordernos, arañarnos, pasar el invierno hibernando de la manera más tórrida posible, escondernos del mundo. 
Pero nadie se esconde sin que alguien le busque. Ese fue el primer fallo.
Lluvia, alcohol, arrepentimiento de mentira y ganas de comernos la boca y el alma, de agotarnos en tantos sentidos como fuéramos capaces, de reventar el aire con miradas cruzadas, fuego cruzado, daños colaterales, balas perdidas, fuego amigo, despedidas cargadas de sexo y polvos cargados de amor, pólvora, sangre, y todo lo demás.
Siempre tuve miedo de que me rompieras el corazón, pero al final resulta que eso es biológicamente imposible.