lunes, 21 de noviembre de 2011

In love and death


Aquí el tiempo se hace eterno. Apenas llego a ver nada y me siento como si estuviera flotando en el agua, inerte, con toda la vida salpicándome la cara. No se cuanto tiempo llevo aquí así, sin hacer nada, excepto sonreír con cara de gilipollas. 
Lo único que alcanzo a vislumbrar es una silueta, poco definida, ambigua como una sombra de noche en medio del bosque. Tan insinuada como la mitad de tus frases, pero tan exacta como la otra mitad. Sé que eres tu. Tienes que ser tu.
No me muevo. Es como si estuviera esculpido en granito, como si tu estuvieras esculpida en mármol. Una ausencia que no podría ser más palpable. Una uña de distancia. Y no me muevo. No puedo. Y me está destrozando el corazón. 
Pero estás cerca, tanto como siempre y a la vez más que nunca. Difuminada como tu maquillaje, preciosa como cada noche. Me muero por tocarte
Y por besarte, a pesar de que estés muerta. A pesar de que esté muerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario