martes, 11 de enero de 2011

you asshole

Nos enzarzamos a golpes en un bar de mala muerte hasta que tanta herida y tanto alcohol nos escocía en el alma,ahumado y casi putrefacto. Después me hiciste vomitar el orgullo que me había tragado y me dejaste dormido y ahogado con la cabeza metida en el váter. Tropecé mil veces y ahora los cadáveres se cuentan a pares, pero siempre supe que tu serías la que acabaría conmigo.
Un día, un mes, o un año mas tarde volví a escuchar el eco de tus tacones y tu aliento congelado en la espalda, pero al girarme no estabas. Hasta que me revientas la cabeza con balas de punta hueca desde tu escondite favorito, dónde ni tu sabes encontrarte.
Y de repente me encontré atado a una silla y con la cara amoratada, sin ver nada mas que los mordiscos que me dabas y la luz cutre de un flexo quemándome la retina. Arañazos en la espalda y la piel alfombrando el suelo, demasiado rojo y macabro para mi gusto pensé. Y eso debiste de pensar tu, porque me soltaste trece días y mil latigazos después, lamiéndome las heridas y ahorcado con mi propia corbata, frotándome las muñecas y cerrando los ojos a la luz del día.
Y me acaricié las cicatrices de la primera noche.
"Cóseme la boca a balazos otra vez para que no vuelva a decirte que te quiero, tengo toda la vida para desangrarme antes de que salga el sol". La noche volvió a ser nuestra. Vuelve a ser nuestra, para destrozarnos mutuamente hasta que no podamos más, hasta que tengamos los huesos hechos astillas y los labios morados. Aunque quisiéramos perder la inocencia no nos queda inocencia que perder.

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