martes, 13 de marzo de 2012

Second Round. Violence.


Después de todo, me desperté con el labio sangrando. Mordiscos. Navajazos. Lo que sea. Cerré los ojos y me quedé con la mente en blanco, escuchando voces que me juzgaban. No se que clase de mierda era esa. 
Estaba atado, por lo que fuera, pero atado a una cama sin poder moverme, de pies y manos, de lengua, de todo. Veía luces ficticias dentro de mis ojos, moviéndose rápidamente, persiguiéndose unas a otras. Y escuchaba ruido, mucho ruido, golpes secos, sierras, la guitarra de Uno, estampidas. Y me dolía el cuerpo, como si hubiera estado bailando con un puma.
Y cuando por fin salí, seguías allí, con sangre en los dientes y esperándome con una sonrisa.

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