domingo, 11 de marzo de 2012

First Round. Sex


Ahogarnos en humo y no dormir se convirtieron en nuestras principales aficiones. Mordernos, arañarnos, pasar el invierno hibernando de la manera más tórrida posible, escondernos del mundo. 
Pero nadie se esconde sin que alguien le busque. Ese fue el primer fallo.
Lluvia, alcohol, arrepentimiento de mentira y ganas de comernos la boca y el alma, de agotarnos en tantos sentidos como fuéramos capaces, de reventar el aire con miradas cruzadas, fuego cruzado, daños colaterales, balas perdidas, fuego amigo, despedidas cargadas de sexo y polvos cargados de amor, pólvora, sangre, y todo lo demás.
Siempre tuve miedo de que me rompieras el corazón, pero al final resulta que eso es biológicamente imposible.

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