martes, 28 de junio de 2011

Our lady of beating

Una vez te vi en un sueño, colgando del televisor como si fueras una estatuilla de la virgen con un Call TV de fondo. Me dijiste lo maravilloso que era, y lo imbécil también. Sacaste en un segundo todos los años que me quedan, y me los anudaste en la lengua. Me recordaste cinco besos, una bofetada y tus mechones rubios. Yo me quedé con los ojos brillantes y embobado como si acabara de ver un alien. Luego me contaste toda tu vida en un gemido, me regalaste una sonrisa y desapareciste en el resplandor de la pantalla.
Pero me olvidé.

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