jueves, 16 de junio de 2011

We are gold!

No se que contarte -bostezo-, aparte de lo que ya te he dicho. Hablando claro: te quiero. Y eso es lo más importante. Al margen de lo jodidamente perfecta, de lo insoportable que eres a veces, de lo imbécil que yo pueda llegar a ser, de lo bestial que eres -guiño-, te quiero. Y, al final del día, eso es lo que queda, es lo que importa.
Así que apuñalémonos el uno al otro sin piedad y por la espalda, mordámonos, y sobre todo, sigamos haciéndolo como animales y amándonos como idotas -sonrisa- ,haciendo como que mañana no existe y el mundo se acaba a cada minuto. Sangrar todo lo posible, drenarnos, morir diez veces por minuto-respiración acelerada- y resucitar llorando como imbéciles. La saliva, el sudor y los parpadeos rápidos. Ver como todo se desmorona cuando tu piel entra en contacto con la mía. Besarnos, bebernos, ir y volver del infierno, saltar de la cama buscando luces brillantes y -suspiro- tonterías de esas que nos hacen sonreír.
Y, como decía, al final del día, es todo lo que importa. Ella, los pequeños gestos, las sonrisas, guiños, bostezos, suspiros, respiraciones en el oído. la increíble profundidad de una mirada. Somos horribles. Pero al final -sonrisa-, somos puto oro.

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