sábado, 4 de diciembre de 2010

Hero? [Sarcastic Laugh]

Drógame, drógame, drógame, no lo necesito pero lo quiero y lo voy a conseguir, toma el dinero y yo lo guardo en un sucio y oxidado corazón. Trece metros de aquí a la pared, dale gas, mátalo, y nos arrastraremos hasta caer derrumbados con ella. Tu eres mi detonador.
Abrázame, abrázame, abrázame, no lo necesito pero lo quiero, y lo tomaré de tu corazón como tu lo tomas del mío, y lo guardaré en una bolsa, en una caja, enterrado bajo una equis en el suelo. Abrázame más, cállate y canta conmigo.
Corre delante de los de seguridad del centro comercial, de cada enemigo que nos hemos buscado, estamos en la puerta de su casa y es normal que lo hagan.
Úsame, destrózame, hazme sentir como la mierda más asquerosa de la ciudad de la mierda asquerosa, y yo te destrozaré los pulmones con un amor incondicional que quema la tráquea y ahoga el aliento y desgarra la garganta. Caliente, duro, patético, perfecto. Genial.
Róbame las ilusiones, hazme entender que son ilusiones y nada más, cámbiamelas por fuego de ese que eriza las venas y hace que la sangre hierva.
Fúmame, fúmame, fúmate mi aorta, siente los latidos de mis venas plastificadas, guárdate las disculpas y hazme explotar otra vez.
Jódeme, reviéntame, fóllame en el lavabo del baño más sucio que podamos encontrar. Lo quiero, soy un borracho, soy un adicto, soy un soñador profesional de pesadillas horribles de las que quitan el sueño pero encantan, soy la muerte de un tipo que está harto de llevar americana y zapatos y no sabe quién coño es cuando se levanta de la siesta. Soy un antihéroe, soy la marcha nupcial cuando la novia no llega, la segunda parte jamás rodada de Trainspotting. Soy Chinese Democracy, el novio que ninguna madre quisiera para su hija, la última calada caliente de un cigarro.
Sácame el corazón por la boca a lametones, desgárralo. Sabes que puedes, sabes que quieres, deja que el muro de ladrillos sea testigo de nuestro amor, si se le puede llamar así. Muérdeme, cómeme el cuello, la piel, la garganta, siente la sangre manando para ti, sólo para ti, sólo para nosotros.
Dame más, dame más, dame más, bésame, pínchame, róbame el aliento. Eres coca, eres LSD, eres mi jeringuilla, mi dosis de anfetas y red bull. Eres el aire contaminado del tubo de escape de un Chevrolet Camaro, la gota de absenta que colma el vaso, la vida, la muerte, los labios de Angelina Jolie. Eres el principio de Smoke on the water, eres Kurt Cobain, Courtney Love, el Dalai Lama, Confucio, el riff de Sweet Child o' mine, Jesucristo, el bigote de Freddie Mercury, Dios, Satanás Lennon y McCartney, la montaña que va a Mahoma, Jack Skellington, las bombillas fundidas del árbol de navidad. Eres Elvis, Buddy Holly, Ian Curtis, eres mía, eres mi dueña.
Y ahora mismo, aquí, de lado a lado de Orem, Utah, los niños pequeños levantan sus manitas sucias, como pequeñas dagas amenazando al cielo, mientras la ratas infestan el asfalto y las grietas de las aceras. Y nosotros, tirados en nuestro rincón y drogados hasta las cejas, le preguntamos a esa mancha en forma de ángel de luces de neón gritando y echando mierda por la boca: "¿por qué salvarnos?"
Guardaos las excusas y hacednos explotar otra vez.
Todos quieren salvar el mundo, pero nadie, nadie quiere morir. ¿Quieres probar?
¡Vamos! Yo te haré explotar.
Sin excusas ni penas, es la muerte o la victoria, roto y quemado, joven y cargado, tirado en el suelo como el casquillo de una bala dormida y pensando que ir al infierno sería mejor que el purgatorio. Rápame, amórdazame y abúrreme, deja que el mundo explote.

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