martes, 14 de diciembre de 2010

a broken promise

Prometo no contarle al próximo agosto que te has ido. Prometo inhalar cada calada como si fuera tu aliento, como si te pudiera besar otra vez. Salir a la calle sin zapatillas y con la pena por sombrero, saludar a los desconocidos con un leve movimiento de cabeza y esperar a ver que hacen. Despertar al sol cada mañana gritando a pleno pulmón, joderme la garganta cada noche entre frío, tabaco, y alaridos de felicidad. Prometo fingir que todo va bien, no echarte de menos y seguir untando las galletas con mantequilla como cuando me despertaba y estabas durmiendo a mi lado.
Prometo no desaparecer, al menos no del todo. Prometo seguir espiándote por encima de las gafas de sol, respirar con cara de asco cada vez que recuerde que no estás y sonreír con cara de idiota cuando piense que vas a volver. Prometo no contar jamás lo que me dijiste una noche de diciembre mientras pasamos tres días escondidos bajo tu alfombra, ni dónde guardas las llaves del buzón. Prometo olvidarlo todo tan pronto como pueda, dentro de seis mil cartones de Chester.
Prometo salvar las mañanas que guardamos y asesinar aquellas noches que lloraste, lloré y nos dimos la espalda buscando nuevas miradas.
Prométeme no contarle al próximo agosto que te has ido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario