viernes, 20 de enero de 2012

Unable to fear

Todo está planeado, perfectamente planeado. Nada puede salir mal. Sonrío con un aire de maldad que queda más teatral que maquiavélico. ¿Qué le voy a hacer? Soy un romántico del homicidio.
Cae la noche, empujo la puerta del portal. Quince escalones que subo lo más silenciosamente que puedo mientras la luna alumbra tenuemente mi cara, salpicada de muecas de impaciencia. Pero así se hacen las cosas: Lento, pausado, constante. Es la espera, la mejor parte. Narrar mentalmente lo que va a pasar, porque todo está bajo tu control. Te sientes como el amo, el maestro, un dios demonizado. Me asomo a la puerta. Como cada día, ella estará a punto de llegar. Me escondo tras la columna, acariciando el yeso con una parsimonia casi poética. Saboreo la espera.
Y ella aparece, subiendo cansada las escaleras. Un día duro en el trabajo, imagino. Esta sorpresa hará que no le haya parecido tan malo como cualquier otro día de su vida. Abre la puerta. Salgo de mi escondite. Me mira y me saluda. Que amable. Entra en su casa. Meto el pie antes de que la puerta se cierre. Me vuelve a mirar, ahora con los ojos muy abiertos. Le sonrío.
La empujo, alejándola de la entrada. Me llevo un dedo a los labios, sin perder la sonrisa. Ella me mira aterrorizada con el pelo por delante de la cara, pero me hace caso, no emite ningún sonido. Creo que esta es la escena más bonita del universo. Le tapo la boca con una mano mientras saco el cuchillo. "Shhhhhh"
Se le escapa un quejido mientras la sangre me salpica. No hace falta hacer algo excesivamente sangriento, no hacen falta más golpes. Presiono más, mientras la vida huye de su mirada, la luz de sus ojos se apaga, dejando paso a un vacío negruzco precioso. La dejo suavemente en el suelo, y le aparto el pelo de la cara.
Con una sonrisa en la cara me levanto, y me doy la vuelta, frotando un poco las manchas de sangre de mi chaqueta. Y ahí, quieta en mitad de la puerta, una vieja me mira con cara de estar viendo a Satanás.
Mierda.
Esto no estaba planeado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario